🧪La ciencia lo confirma
Un estudio reciente publicado en Veterinary Dermatology (2023) respalda el uso de aceites esenciales en perros con dermatitis atópica. Se observó que, combinados con otros tratamientos, los AE ayudaron a reducir el prurito y mejorar la calidad de la piel, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, calmantes y antimicrobianas.
Una herramienta natural y eficaz que, usada con criterio, puede marcar la diferencia en el bienestar de nuestros compis peludos.
📚 Referencia:
PubMed 37990608
Resumen de la ponencia del Dr. Domenico Santoro (VMX 2023, Orlando, FL)
El Dr. Santoro expuso la importancia de abordar la dermatitis atópica canina mediante terapias tópicas complementarias a las sistémicas, enfocadas en la restauración de la barrera cutánea, el control del prurito y la reducción de la inflamación.
Terapias tópicas:
Una herramienta clave y segura en el tratamiento de la dermatitis atópica.
Humectantes y emolientes: Restauran la hidratación y refuerzan la barrera cutánea. Tienen efecto ahorrador de esteroides y, en algunos casos, igualan la eficacia de corticosteroides tópicos al disminuir la pérdida de agua transepidérmica (TEWL).
- Avena coloidal: humectante natural con acción antipruriginosa, antiinflamatoria y antioxidante. Contiene avenantramidas, que reducen el prurito, la inflamación y el pH de la piel.
Ingredientes bioactivos destacados:
- Ceramidas: Disminuyen la colonización bacteriana y fortalecen la cohesión de la barrera lipídica. Un estudio con un champú con ceramidas mostró una reducción del 50 % del prurito en 24 h en un 25 % de los perros.
- Fitoesfingosinas: Tienen propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias. Estudios demuestran que su aplicación tópica puede disminuir la inflamación y normalizar el pH cutáneo.
- Ácidos grasos esenciales (AGE): Aunque de efecto más lento, mejoran la estructura de la bicapa lipídica de la piel y reducen significativamente el prurito. Se utilizan por vía tópica y oral.
- Aceites esenciales: Combinados con tratamientos como Cytopoint®, han demostrado potenciar su eficacia. Un estudio con aplicación semanal de spot-on y champú con AE mostró una mejora del 70 % en el prurito y en el aspecto clínico de la piel.
Microbiota beneficiosa:
El Dr. Santoro también presentó un estudio en el que se aplicó durante 20 días un spray con bacilos tratados térmicamente en perros con dermatitis atópica.
Resultado: reducción del 90 % del prurito y de las lesiones clínicas al día 42, incluso tras suspender el tratamiento.
Conclusión:
El abordaje de la dermatitis atópica en perros debe incluir:
- Terapias tópicas con emolientes, humectantes, ceramidas, AE y AGE.
- Reforzar la barrera cutánea y modular la microbiota.
- Integrar productos naturales con respaldo científico y tolerancia comprobada.
Estas herramientas no solo mejoran los signos clínicos, sino que permiten reducir la carga de medicación sistémica y mejorar la calidad de vida del animal.
Champú en el manejo de D.A.C.
En el manejo tópico de la dermatitis atópica canina, el champú debe seleccionarse cuidadosamente, optando siempre por fórmulas respetuosas con la barrera cutánea y el pH fisiológico del perro (entre 6,2 y 7,4).
Una opción práctica y accesible es recurrir a champús comerciales medicados como Allermyl (Virbac), Alerpet o Dermocanis Allercure, formulados específicamente para pieles sensibles y con tendencia atópica.
Otra alternativa más sencilla y natural consiste en preparar una decocción de raíz de saponaria (Saponaria officinalis). Esta planta contiene saponinas, compuestos con propiedades detergentes suaves que, al disolverse en agua, actúan como un jabón natural ultrasuave sin dañar la microbiota cutánea.
Para quienes tengan formación en formulación cosmética natural, también es posible elaborar un champú personalizado utilizando tensioactivos suaves de origen vegetal, como: Coco glucósido (Coco Glucoside), Decil glucósido (Decyl Glucoside) o Betaína de coco (Cocamidopropyl Betaine).
Estos tensioactivos permiten una limpieza respetuosa y se pueden combinar con aceites esenciales, hidrolatos y extractos vegetales para potenciar el efecto terapéutico del champú.

Beneficios en dermatitis atópica canina:
- Permite una higiene respetuosa, ayudando a eliminar alérgenos, contaminantes, levaduras y bacterias sin agredir la piel.
- Mejora la penetración y eficacia de los tratamientos tópicos aplicados posteriormente.
- Formulado con tensioactivos suaves y principios activos como aceites esenciales antiinflamatorios y aceites vegetales calmantes.
Actúa como parte clave del tratamiento de brotes, con aplicación más frecuente durante las fases agudas y uso espaciado en mantenimiento.
¿Qué son los tensioactivos no iónicos y por qué los elegimos?
Los tensioactivos son sustancias que permiten mezclar agua con grasa o suciedad, facilitando la limpieza. Son los responsables de que un champú limpie… ¡pero no todos los tensioactivos son iguales!
En el caso de la dermatitis atópica canina, es fundamental utilizar tensioactivos no iónicos, que son los más suaves y menos irritantes del grupo. A diferencia de los tensioactivos aniónicos (como los que se usan en muchos champús comerciales y que pueden resultar agresivos), los no iónicos respetan la barrera cutánea y reducen el riesgo de irritación.
En esta fórmula utilizamos:
- Coco glucósido: derivado del coco y del azúcar de maíz, es un limpiador suave y biodegradable. Tiene buena capacidad espumante sin ser agresivo para la piel ni los ojos.
- Cocoamidopropil betaína: también de origen vegetal, mejora la viscosidad y la espuma del champú. Es bien tolerado por pieles sensibles y tiene una acción suavizante complementaria.
Ambos ingredientes limpian sin resecar, lo cual es clave cuando tratamos pieles con prurito, descamación o hipersensibilidad como ocurre en la dermatitis atópica.
Fórmula:
Formulamos un champú suave, específicamente diseñado para cuidar pieles caninas con tendencia atópica o irritada, sin heridas abiertas.
La fórmula se enriquece con activos calmantes y reparadores:
- Aceites esenciales con propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antipruriginosas, seleccionados con una dosificación segura.
- Pantenol (provitamina B5), que hidrata en profundidad y promueve la regeneración epidérmica.
- Avena coloidal, con efecto humectante, antipruriginoso y antiinflamatorio, que refuerza la barrera cutánea.
- Aceite vegetal de comino negro y oleato de caléndula, ricos en ácidos grasos esenciales con acción protectora y emoliente.
- Glicerina vegetal, que ayuda a retener la humedad y mejora la hidratación de la piel.
- Ajuste de pH a 6,8–7,2 con ácido láctico o cítrico, ideal para piel canina irritada pero íntegra.
La concentración de los principios activos puede y debe ajustarse a cada caso.
Fórmula base (100 ml):
- C.S.P. 100% Hidrolato manzanilla, caléndula, lavanda…
- 15% Agua destilada
- 2% Avena coloidal micronizada
- 20% Coco-glucoside
- 10% Cocamidopropyl betaine (betaína de coco)
- 3% Glicerina vegetal
- 2% Pantenol (provitamina B5)
- 2% Aceite vegetal de caléndula o comino negro
- 1% Aceites esenciales combinando por ej.:
- 0,3% Lavanda (7 gotas aprox. en 100 ml)
- 0,4% Manzanilla alemana o romana 0,3% (9 gotas aprox. en 100 ml)
- 0,3% Árbol del té, palmarosa, geranio o copaiba
- 1% Fitoqueratina
- 0,6-1% Conservante natural Cosgard, Leucidal…
- 0,3-0,5% goma xantana opcional
- Corrector de pH (ácido láctico o cítrico): ajustar pH 6,5–7,2
Modo de elaboración:
- Fase acuosa: Mezcla los hidrolatos, agua destilada, avena coloidal, glicerina y pantenol. Calienta ligeramente si hace falta disolver bien la avena.
- Añade los tensioactivos suavemente, evitando agitación fuerte para no formar espuma.
- Incorpora los aceites vegetales.
- Añade la fitoqueratina y luego los aceites esenciales y el conservante.
- Ajusta el pH al final con ácido láctico o cítrico (preferiblemente con tiras o medidor).
- Envasa en frasco opaco, preferiblemente con dosificador.
Cómo incorporar la goma xantana:
- Disuélvela primero en la glicerina vegetal y mezcla suavemente.
- Añade la fase acuosa una vez añadida la avena coloidad y agita hasta espesar.
- Luego sigue con el resto de la formulación.
Modo de uso:
- Realiza una prueba de tolerancia cutánea previa en una zona pequeña y sin pelo.
- En el primer baño, diluye el champú (1:5 o más con agua templada).
- Masajea suavemente sobre la piel húmeda, deja actuar unos minutos y aclara bien.
- Seca completamente y con cuidado.
Frecuencia recomendada:
- Limpiezas localizadas: cada 2 días según necesidad.
- Durante brote o crisis: 2–3 veces/semana durante 2 semanas.
- Mantenimiento: cada 7–10 días en primavera-verano, o cada 15–20 días en invierno.
Autora: Susana Blanco