
Aunque es cierto que el uso de aceites esenciales se suele relacionar con la vía inhalatoria o la vía oral, la aplicación tópica es una de las formas más antiguas, seguras y efectivas del uso de aceites esenciales en animales, siendo además una vía de primera elección frente a opciones menos seguras.
La clave radica en el equilibrio entre la evidencia científica, la experiencia clínica y un profundo respeto por la biología y necesidades específicas de cada animal.
El conocimiento de la fisiología cutánea y la correcta selección y dilución de los aceites esenciales son pilares fundamentales para aprovechar de manera segura y eficaz sus beneficios, ofreciendo un campo de posibilidades amplio, tanto para el manejo de problemas específicos como para el apoyo general del bienestar de distintas especies.
Definición
La perfusión aromática es el proceso mediante el cual los aceites esenciales al ser aplicados por vía tópica, atraviesan la epidermis y alcanzan la dermis vascularizada para acceder a la circulación sanguínea, tanto periférica como sistémica, donde ejercen su acción terapéutica sobre diversas funciones fisiológicas.
De la epidermis a circulación sistémica
Las vías de preferencia para penetrar la piel de los aceites esenciales, lipófilos y de bajo peso molecular, es a través de los espacios intercelulares, los folículos pilosos y las glándulas sebáceas. La epidermis actúa como primera barrera y no dispone de vasos sanguíneos; sin embargo, una vez que los componentes liposolubles del aceite esencial logran atravesarla, alcanzan la dermis, que sí está vascularizada.
A partir de ahí, los compuestos aromáticos se absorben en los capilares sanguíneos, entran a la circulación periférica, y finalmente se distribuyen por el organismo a través del torrente sanguíneo, distribuyéndose a diferentes órganos y sistemas, donde pueden ejercer diferentes efectos terapéuticos.

Esta ruta de penetración hace posible que los aceites esenciales influyan no solo a nivel local, sino que además tengan un efecto sistémico, modulando funciones fisiológicas, influyendo en el sistema nervioso, sistema inmunitario y otros procesos orgánicos, aprovechando de este manera sus propiedades: antiinflamatorias, analgésicas, antiinfecciosas, relajantes musculares, inmunomoduladoras, ansiolíticas, estimulantes, entre otras.
Finalmente, los aceites esenciales son metabolizados principalmente en el hígado y eliminados a través de la orina, la bilis, el sudor y la respiración.
Factores fisiológicos que influyen en la absorción
La piel de cada especie animal presenta variaciones en su grosor, composición y estructura. Por ejemplo, la piel de un perro tiene diferente grosor que la del humano o la piel de un gato o un caballo. Además, el número y la densidad de folículos pilosos varían significativamente entre especies. Estas diferencias se traducen en una capacidad de absorción distinta, lo que se traduce en una variación en su biodisponibilidad, es decir, al porcentaje de aceite esencial y la velocidad con la que accede a circulación y alcanza su lugar de acción.
- Grosor de la piel: cuanto más fina sea la epidermis, mayor rapidez puede existir en la absorción.
- Contenido lipídico: la presencia de lípidos en la epidermis influye en la velocidad de difusión de sustancias liposolubles.
- Número de folículos pilosos: mayor densidad de folículos puede facilitar la penetración, pues cada folículo es una puerta de entrada adicional hacia capas más profundas de la piel.
- Glándulas sudoríparas: su distribución cambia y son menos numerosas en especies como perros y gatos en comparación con los humanos, existen diferencias en la secreción de sudor, luego, las condiciones de la piel cambian, afectando a la velocidad de evaporación o la permanencia del aceite esencial en la superficie.
También existen otros factores no fisiológicos que influyen en la perfusión aromática:
- Tipo de aceite esencial: su composición química influye en su tasa de absorción y biodisponibilidad.
- Vehículo de aplicación, la retención y su naturaleza lipófila o hidrófila: aceites vegetales, bálsamos, hidrogeles…
- Zona de aplicación: áreas con mayor vascularización favorecen la absorción más rápida.
- Estado de la piel: la hidratación y temperatura cutánea pueden aumentar o disminuir la absorción.
El sistema pilosebáceo y su relevancia en la absorción

El sistema pilosebáceo está formado por el folículo piloso y las glándulas sebáceas asociadas. Este sistema es especialmente relevante para la perfusión aromática porque ofrece una vía alternativa al simple paso a través de la capa córnea de la epidermis. La secreción de sebo puede disolver parcialmente los aceites esenciales y ayudarles a avanzar por los conductos foliculares hacia la dermis.
Los animales tienen un alto número de folículos pilosos en comparación con los humanos, luego la absorción cutánea y la biodisponibilidad de aceites esenciales puede ser proporcionalmente mayor, de ahí la importancia de respetar las dosis fisiológicas adecuadas según la especie. Además también se debe tener en cuenta que la densidad de estos folículos pilosos no es igual en un gato que en un perro, una vaca o una chinchilla.


Procesos de evaporación y degradación enzimática
Cuando aplicamos un aceite esencial sobre la piel, no todo el compuesto atraviesa la barrera cutánea. Una parte se evapora rápidamente, no olvidemos que los aceites esenciales son altamente volátiles y de bajo peso molecular, especialmente si la superficie está caliente. si el ambiente es seco o la zona es menos grasa.. Además, la piel posee enzimas (esterasas, oxidasas, lipasas…) capaces de metabolizar o degradar ciertos componentes aromáticos, disminuyendo su disponibilidad para llegar al torrente sanguíneo.
Esto explica por qué, en muchos casos, la cantidad efectiva que ingresa en la circulación sistémica es solo una fracción de lo que se aplica inicialmente. Aun así, en numerosos estudios se ha detectado la presencia de sustancias aromáticas en sangre, confirmando la capacidad de absorción del tejido cutáneo.
Variación en el porcentaje de penetración y comparación con uso en humanos
En el uso humano, suelen citarse cifras de penetralidad que oscilan según el aceite esencial, la zona de aplicación y la formulación (dilución en aceites portadores, cremas, etc.). En animales, esas cifras pueden variar aún más por las razones fisiológicas mencionadas:
- Perros: mayor densidad de folículos; piel relativamente más fina que la de un humano.
- Gatos: piel fina, pero metabolismo hepático muy sensible, lo que conlleva cuidados en la elección de aceites.
- Rumiantes y équidos: estructuras cutáneas diferentes, zonas con piel más gruesa vs. zonas más finas que requieren estrategias de aplicación particulares.
Seguridad y eficacia de la vía tópica
La vía tópica se considera a menudo de primera elección, incluso antes que la vía oral, porque:
- Absorción gradual: reduce el riesgo de picos plasmáticos muy elevados que podrían generar toxicidad.
- Menor riesgo de irritación gastrointestinal: evita la ingesta directa, lo que puede ser ventajoso en animales con sensibilidad digestiva o problemas de compliance (rechazo al fármaco oral).
- Buena biodisponibilidad: pese a las limitaciones mencionadas, la fracción que logra atravesar la piel puede alcanzar el torrente sanguíneo y ejercer acciones en múltiples tejidos.
Para asegurar la eficacia y reducir riesgos, es vital respetar las diluciones y la frecuencia de aplicación aconsejada, así como escoger aceites de alta calidad.
Estudios y revisiones científicas
- Cavanagh, H. M. A., & Wilkinson, J. M. (2005), “Biological activities of lavender essential oil.», Phytotherapy Research, 19(9), 701-708.
- Benbarek, H., & Ayachi, A. (2021), “Percutaneous absorption of essential oils in animals: A mini-review.” Veterinary World, 14(8), 2131-2137.
Los estudios e investigaciones mencionados proporcionan evidencia respecto a la penetración cutánea de aceites esenciales en animales, la detección de sus componentes en muestras biológicas (como sangre o plasma) y sus implicaciones terapéuticas. En el ámbito veterinario, la bibliografía es más limitada en comparación con la humana, pero existe suficiente material que respalda la eficacia y seguridad de la aplicación tópica cuando se respetan las dosis, diluciones y especificidades de cada especie.